La comunidad judía ultraortodoxa o jeredí conforma el 13-15% de la población de Israel. Sus integrantes reciben beneficios como subvenciones para poder vivir estudiando la Torá sin tener que trabajar ni pagar impuestos, y están exentas del servicio militar obligatorio para el resto de israelíes de cualquier género entre 18 y 26 años. Esta comunidad es una parte relevante de la base de apoyo de Netanyahu, quien ha aumentado las subvenciones en cuestión.
En abril de 2024 la Corte Suprema ha sentenciado la congelación de los fondos públicos destinados a las escuelas jeredíes, porque el gobierno lleva años ignorando una sentencia a suprimir la exención al servicio militar. Además, han incrementado las protestas contra el gobierno por mantener esta medida. La reacción de algunos líderes jeredíes ha sido garantizar que su comunidad abandonará masivamente Israel si se les fuerza a alistarse al ejército. No obstante, cada vez son más las judías jeredíes que se alistan voluntariamente al ejército, a veces sin la aprobación de sus familias, que incluso les permite compaginar el servicio militar con sus jornadas de estudio religioso.